lunes, 7 de julio de 2008

TREINTA Y UNO

Las primeras en fundirse en un abrazo fueron Tina y Oncle, las hadas y todo fue luz y color a su alrededor; después fue Ada la que llegó hasta la comitiva y hundió su cabeza en el pecho de su padre como si tuviera aún diez años y se dejó mimar por él.
Luego, los sirvientes del Rey saludaron a la princesa sin protocolos, eran la mayoría ancianos y la habían visto crecer, como habían visto crecer a su madre, y la querían como a una nieta.
Galo se presentó a Ámbar y a Octavio. Greta, la encargada de la cocina del castillo, se acercó a ellos y les prometió el almuerzo más sabroso de sus vidas. Octavio dijo que prefería esperar a Victoria, pero Ada lo convenció de dejarla sola con su padre, “creo que tienen muchas cosas que decirse”.
Todos caminaron hacia el castillo.
Galo permaneció quieto esperando que Victoria se acercara a él. Pero temió que podrían pasarse todo el día a esa distancia, así que caminó hacia ella. Cuando estaba a una distancia prudente, le sonrió y dijo:
-Sabía que recordarías el camino a casa- se acercó más y la abrazó.
Victoria no reaccionó a su abrazo. Ni siquiera movió algunos de sus músculos.
-Sé que me culpas por no haberte buscado- los ojos de ella lo miraban con atención. –Pero las leyendas de esta Tierra tienen sangre propia, y si bien siempre los seres mágicos me han respetado, la palabra dada a tu madre ha sido más fuerte que nada, y han obrado para que todo se cumpla como estaba escrito.
Victoria dudada que el dolor de su madre y el de ella misma haya sido algo profetizado. ¿Qué sabía él de su tormento? ¿Conocía acaso que su sangre se había vuelto cenizas, que todo en ella había muerto hasta que conoció a Octavio? Él habia sido el único que la había hecho sentir una persona viva, pero él día que supiera lo que había hecho antes de conocerlo la odiaría, como se odiaba ella.
-Dejaste morir a mi madre- le reprochó.
-Eso no es cierto- hizo una pausa y prosiguió lentamente, como pensando cada palabra.- Llevarlas lejos de aquí fue una decisión de ella. Mientras yo combatía por la libertad de Prisia, ella las alejaba de aquí. Y fue su hermana, contra quienes combatíamos, quien la mató.
-Sé que mi tía la mató porque te amaba.
-Quien ama no lastima. Lo único que puedo decirte es mi corazón era de era de tu madre y aún lo es.
Victoria se alejó de él rumbo al castillo. Pero Galo la siguió.
-Victoria, espera…
Ella desenfundó su espada, se volteó y le apuntó en el pecho a su padre.
-¡No tienes ni idea de todo lo que he sufrido!- le gritó llorando.
-Nada ha sido fácil para mí tampoco. Pero si mi muerte alivia tu dolor- Galo se puso la punta de la espada en su corazón- ¡Mátame! ¡Mátame hija!
Victoria iba a clavar la espada, pero recordó el olor y la piel de la hija que ella misma dejó alejarse y derrotada frente a su dolor depuso su actitud y cayó arrodillada.
Galo se arrodilló a su vez y la abrazó.
-Hay mucho por curar, pero sólo podremos hacerlo si permanecemos juntos.
-¡Padre!... ¡he extrañado tanto este lugar…!
-Lo sé, lo sé- dijo consolándola.
Y Victoria ya sin lágrimas sólo cerró los ojos, respiró profundo y sintió en su interior la tranquilidad de saberse en su hogar.

19 comentarios:

Mar dijo...

qué de cosasa pasan, Ana!!

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

Sigue así muchacha...

LA CASA ENCENDIDA dijo...

¡Qué ganas tengo de que sonría Victoria! como indica su nombre, supongo que saldrá victoriosa, pero claro. supongo que aún deben haber algunas aventuras más.
Besicos guapa.
Ah, a petición tuya he proseguido el relato...

Susana Peiró dijo...

Qué fuertes lazos!
Este fue un capítulo muy emotivo y de inflexión dentro de la novela.

¿Hoy no tenemos ilustraciones?
Las eché de menos, me gusta encontrarlas,sobre todo porque siempre rescatan el corazón del capítulo!

Pasaré nuevamente para verlas!

Te dejo un besote, Ana!

PD: ¿Estás bien?

Cecy dijo...

Ana, este encuentro me gusta, es un abrir a un monton de cosas que estaban calladas, verdad?
Es emotivo, y quizas puedan ver bien lo que dicen, que el amor, no daña...

besos

huellas compartidas dijo...

Niña... como le va ??
Espero que todas sus cosas esten en orden... por aquí está todo muy bien ! Hay un vientito del sur genial que me está cotagiando toda su fuerza !
Que estes bien...
Besooss

Aguabella dijo...

Querida ANA
Cuando las hadas se funden en un abrazo iluminan todo con la luz de sus corazones.
Me maravilla la facilidad que tienes para hacer volar nuestra imaginación eso es el poder de la magia.

Un besito y ramitos de estrellas

Chloe dijo...

cada vez mas interesante y entretenido...
felicidades! y gracias por leerme siempre... es un honor para mi :D
saludos!

Anónimo dijo...

todo sigue sucediendo, pero por que...a veces me dan ganas de intervenir.

mArXelLa dijo...

Que capítulo tan conmovedor Ana! me has dejado fría con algunas de las frases...a veces quien ama daña sin querer, no sé por que sucede pero hay situaciones complicadas -como las que nos relatas en este cap- que nos hacen decidir de forma extraña. Pero al final, ese sentimiento de pertenencia, ese sentimiento de estar en casa es inigualable. De verdad que es emotivo lo de hoy! Un beso enorme!!

Unknown dijo...

y si, el amor no correspondido...

BELMAR dijo...

El epígrafe es de Cáceres, pero el poema es mío...

campanilla dijo...

el capítulo de hoy me ha encantado. ha estado muy emocionante... quiero más!!!!!! un besazo wapa!!!!

Ana Ortiz dijo...

Mar, y las que faltan por pasar...

Recontra, seguiré..

La casa encendida, ya llegará el día en que todas sonrian.


Susana, gracias x estar siempre, la ilustración llegó más tarde.

Cecy, gracias x estar. Y sí, aún hay cosas escondidas.

Ana Ortiz dijo...

Huellas, gracias x pasar; por aquí todo bien.

Aguabella,me encantan los ramitos de estrellas.

Chloe, yo tb disfruto de tus relatos. Gracias x pasar.

Espejo, yo tb quisiera intervenir, pero parece q los personajes tienen su propio tiempo.


Marxella, un beso para os tb, gracias x tus palabras.

Ana Ortiz dijo...

Otra vez, y Bellmar, gracias x pasar.

Bellmar, hermoso poema.


Campanilla, gracias x estar.

Filth_Pig dijo...

Muchas gracias Ana Ortiz por el elogio a la literatura gaseada. Lamento informarle que los textos no son míos, ni tampoco de nadie, somos sólos una mera herramiento de la obra.
Ya me tomaré el tempo de chusmear sus espacios, mientras tanto, prefiero no ser hipocrita y felicitarla por llenar un espacio en el océano informatico.
Atte.
Godofredo Muñiz

Ricardo Tribin dijo...

Ana,

Cada vez tu narrativa es mejor.

Es fantastica , sublime..interesante.

Me llevas a la epoca del medioevo.

Gracias por tan lujoso post

Marilupy dijo...

Bonita reconciliación Ana; aunque es también cierto que: "Quien ama no lastima"; pero el perdón es superior a todo!!!
Me gusta leerte; gracias!
Hermosos momentos llenos de amor para ti niña!
Un gran abrazo!