lunes, 6 de octubre de 2008

CUARENTA Y UNO

Victoria no podía despegar sus manos de su rostro. Su llanto brotaba con lágrimas que en lugar de correr por sus mejillas se metían nuevamente por sus ojos para ir directo a su corazón. Ellas lo erosionaban, lo reducían, y junto con éste se empequeñecía su valor, su felicidad lograda, su fuerza.
-Mi amor- le susurró Octavio-, debemos seguir. Merlinda dice que aún no estamos en un lugar seguro.
-No puedo. Te juro que no puedo- logró contestarle la princesa.
Octavio se arrodilló frente a ella, le tomó con sus manos las suyas y con suavidad las fue alejando de su cara. El rostro que se le revelaba era distinto al de esa mujer que había amado al comenzar la noche. Ella notó en sus ojos su desconcierto.
-Hoy estoy tan seca como el día que me conociste. No sólo he vuelto a quedarme sin padre y sin hermana, sino que he vuelto a perder a la Victoria que espere volver a ser siempre. Debo olvidarme de mi nombre y de mi vida para vivir como una fugitiva.
Merlinda que se había acercado a ellos, tocó con su varita mágica sus hombros y ambos cambiaron sus ropas de dormir por vestimenta de aldeanos. Cuando Victoria resignada se puso de pie. La hechicera le dijo:
-No has perdido nada aún. Pero de vos depende que esto no ocurra. Tu padre está vivo, y Ada también vivirá. ¿Qué es un nombre? Puedes elegir llamarte de cualquier manera, nadie podrá quitarte tu ser, siempre serás la princesa de Prisia, y algún día, su reina. Tu misión es regresarle la libertad a tu pueblo, y esa deberá ser tu meta desde hoy. Esto te pertenece- Merlinda sacó de entre sus ropas la espada que la reina Napea le había acercado a su hija, y se la devolvió a Victoria.- La cabeza del puma azul, signo de tu pueblo, está gradada en ella, no podrás exhibirla, guárdala para usarla cuando lo creas necesario y mírala para recordar cual es tu destino en este mundo.
La hechicera terminó de decir esto y le dio la espalda para emprender su viaje lejos del castillo, caminó con pasó firme y con el alma estrujada. Victoria se aferró al brazo de Octavio y juntos la siguieron.

Arturo caminó hasta el río llevando en sus brazos a Ámbar. La depositó sobre unas rocas, se arrancó un pedazo de su camisa y lo mojó en el río. Lo escurrió y con este limpió el rostro de la joven. Volvió a mojarlo, y esta vez sin escurrirlo, se lo acercó a los labios de ella, para que con suavidad pudiera beber algo de agua.
La hechicera seguía cada movimiento del elfo sin poder pronunciar palabra o realizar algún movimiento. Arturo por tercera vez mojó el trozo de tela e iba a acercarselo otra vez a su boca cuando, como impulsada por una fuerza interna, antes de que él mojara sus labios, apartó su mano, y lo beso.
El elfo se puso nervioso, no esperaba esa reacción de Ámbar, entonces comenzó a moverse sin sentido, mojó el trapo otra vez, se lo puso en una de las manos de ella, caminó alejándose, regresó sobre sus pasos, le preguntó si estaba bien, ella le dijo “gracias”, y él volvió a apartarse. Ámbar lo vio perderse entre los árboles, entonces escurrió la tela, se incorporó para limpiarse un poco más cuando Arturo volvió, la tomó de la cintura y la beso profundamente. Esta vez la sorprendida fue ella.
-Voy a ver al Rey, después vuelvo a buscarte- le dijo.- Victoria junto a Merlinda deben de estar por llegar.
La hechicera se quedó totalmente sola, y el silencio que la envolvía le devolvió a su realidad. Se contempló en el río, buscó en sus aguas la respuesta a su fracaso. Horus le había ganado y a la vez la había dejado vivir porque esperaba una mejor contienda. “Nunca seré como mi madre”, pensó. Una suave brisa movió las ramas de los árboles, las aguas del río se alborotaron y su imagen se esfumó. Luego volvió la serenidad y cuando Ámbar volvió a mirarse, vio el rostro de Brisa que la observaba con una sonrisa.
-No has fracaso hija mía, sólo tu falta de experiencia no ha sabido leer bien las escrituras. El secreto está en la luz.
Un ruido a sus espaldas la hizo voltearse, vio a Merlinda que llegaba junto a la princesa y a Octavio; regresó a mirar el río, pero éste sólo le devolvia su propia imagen.





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Estas son algunas de las cosas que hice en porcelana fría. Hace dos meses que empecé así que todavia no estoy muy práctica.


14 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Ana Querida:

Hay personajes y símbolos como "La cabeza del puma azul", que quedarán para siempre grabados en mi memoria y asociados con Vos y esta preciosa historia.

(Hoy me quedé fascinada con el final del capítulo, un instante, una captura perfecta)

Y como si ese "mundo" de fantasías te fuera poco...también esa ternura tuya tiene caritas de porcelana! Son bellas!

No hay vuelta, has sido "tocada" por la magia, para siempre!

Felicitaciones por otra excelente entrega!

Mi abrazo Dulce Amiga Querida!

Aguabella dijo...

Hoy me quedo co esta frase:

-No has fracaso hija mía, sólo tu falta de experiencia no ha sabido leer bien las escrituras. El secreto está en la luz.

Las porcelanas son preciosas, me gusta el hadita, no puedo remediarlo me enloquecen.

Un beso reina

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Ana guapa, una vez más me dejas intrigada y sorprendida. ¡Qué fantasía hay en tu cabecita, en tus personajes y ahora para colmo en tus figuritas de porcelana! ¿Sabes que al ver la figurita de alas, me has recordado a mis traviesos diocecillos?, jejejeje.
Besicos muchos y de nuevo, muchas gracias

Anónimo dijo...

no me soprende sentirme ansioso por lo que habra despues ¿sabes?
un abrazo anita

Marilupy dijo...

Sin duda alguna... eres una artista con mucha magia... muy talentosa por cierto.
Felicitaciones!
Un abrazo.

.].ëXh!B¡ç¡øN!§Ta.[. dijo...

¡Qué magia en tu arte!

Sigue en tus palabras, en tu porcelana... tus manos crean belleza, niña.

Besos tibios

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Si es que ya ni sé qué comentar de esta historia llena de imaginación y magia... cada día me gusta más... y esas figuritas son preciosas. La familia de dragones me ha conquistado en cuanto les he puesto la vista encima :)

Besos

Libélula dijo...

Ana,

Hoy no sé qué comentar porque muchos han puesto en palabras lo que pienso, cito al que mejor representa me representa:

"Sigue en tus palabras, en tu porcelana... tus manos crean belleza"

Sólo una hermosa persona puede crear semejante universo, historia, imágenes, sentimientos y porcelanas... Ésa eres tú.

Besos, Libélula.

Elipse dijo...

Qué importante es la razón de ser uno mismo, más allá del nombre, ser nosotros y saber que nadie podrá despojarnos de eso!!
Buen comienzo con la porcelana, muy lidos!!
Besos y estamos siguiéndola...

Francisco Ortiz dijo...

El acompañamiento de las figuras de porcelana es muy oportuno. Un río hubiera redondeado la cosa: en esta parte del relato es más mágico que todo lo demás. Un saludo.

Libélula dijo...

Hola mi hada!

Pasaba por aquí...

Te dejo un puñado de besos!
Libélula

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

Buenas y santas.
La saludo señora artista.

Pandora & Zeuz dijo...

Muy linda la porcelana! muy lindo los cuidados de arturo...(p)
seguimos...

Unknown dijo...

Es un sitio muy interesante lo disfrute mucho principalmeente hoy que estoy tan animado ya que con Generic Viagra solucione mi problema y me siento feliz.