martes, 25 de marzo de 2008

DOCE

Dedicado a tres milagros: Olivia (de Marce), Kat (de Clarita) y
Pipo (de Iluso), para que nunca pierdan la capacidad de soñar.



Cinco mensajes fueron los que le dejó Octavio a Victoria en el contestador de su celular. Iba a volver a llamarla cuando vio que se había conectado al Messenger y le pedía hablar por allí. La oyó asustada. Ella le narró los detalles de su sueño y el desconcierto que le produjo despertarse y encontrarse herida, y al ir al baño a lavarse la sangre no hallar ninguna marca.
Octavio oía el sueño, tan similar a los que le contaba desde que la conoció. Seguía su relato mientras pasaba en su monitor las imágenes captadas por su cámara el día anterior en los túneles del subte. En ellas se notaba a la perfección cuando el técnico estaba herido y como quedaba sin marcas después que Ada lo tocaba. Un primer plano de sus ojos le revelaba una mirada felina.
Y cuando abrazó a Victoria una luz las envolvía, y ambas parecían cambiar de apariencia, como si fueran de otro lugar. Lo que más le extrañaba a él, era que Victoria estaba igual a como solía soñarse.
Pasaba las fotos, y el sonido de la voz de su amada lo sentía lejano, sus pensamientos invadían todos sus sentidos: “Necesito saber quién es Ada Viñas, y qué relación puede tener con Victoria”. Como solía decirle su madre: “Los malos presentimientos se siente en el pecho”, y a él la repentina aparición de esta joven le daba desconfianza. Victoria se despidió con un “te quiero”, y él se prendió esas palabras en su corazón, como los viejos caballeros se colgaban su armadura antes de salir a la batalla, y entró al archivo exclusivo para periodistas del diario a buscar información sobre la desaparición de la niña de los Viña diez años atrás.

Victoria, después de hablar con Octavio, terminó de preparar las preguntas para la entrevista con Ada, las imprimió, las guardó en una carpeta, junto con otros recortes, que dejó arriba de su cama, y se duchó. Mientras se ponía crema en el cuerpo le vino a su mente el rostro de Octavio. La primera vez que lo vio en la redacción, sintió que iba a ser alguien importante en su vida, y cuando comenzó a conocerlo, comprobó que ya nunca más se sentiría sola. Pero el día anterior, cuando Ada la abrazó, fue como si su infancia y todos sus temores hubieran vuelto a irrumpir en su cotidianidad. Como si la tristeza que creía perdida hubiera regresado a buscarla, y ahora esta allí, sentada a su lado, peinando sus cabellos, mostrándole en el espejo el horror que sus ojos habían querido olvidar.
Lo necesitaba a Octavio ese día, pero su jefa le había dicho que la madre de Ada le había pedido que fuera sin cámaras.
Lo que la impulsaba a estar con Octavio, la llevaba a desviarse de la chica Viñas. Se terminó de cambiar, tomó su celular, marcó el número de la redacción, e iba a decir que se sentía descompuesta y que no podía ir a hacer la nota, cuando la ventana de su cuarto se abrió de par en par. Una brisa fuerte entró, e hizo remolinos en la habitación, los papeles de la carpeta volaron para todos lados. A su oído oyó una voz que le murmuraba: “Tienes que ir”. De repente, la brisa paró, y sólo quedó un aroma a ámbar en el aire.
Victoria recogió los papeles. Entre esos viejos recortes halló uno que le llamó la atención: era un reportaje a la madre de Ada que se culpaba por haberle dicho que era adoptada. La niña la había recogido del Hogar El Pastor.
Victoria, sintió de repente, que la tristeza le colgaba una soga al cuello y le apretaba la garganta.

15 comentarios:

Mar dijo...

ay... casi q ese dolor se siente...

-.Belu.- dijo...

volví de mis vacaciones.. y los últimos 2 capítulos están geniales.. por suerte ya llega el jueves..

Mil veces debo dijo...

"Los malos presentimientos se sienten en el pecho" y casi siempre se cumplen. Da que pensar no?
Cómo es el olor a ámbar, me lo imagino, pero no lo olí nunca.
Mil cariños

Claire Stanford dijo...

Estaba esperando ver el post del nuevo capitulo hoy, martes, que bueno que ya esta aca... me lo devore jejeje... estoy entregada a la historia espero el trece... como dijo mar.. ese dolor se puede sentir desde aca... guau ana que forma de escribir tan grafica si se peude decir asi... esta historia promete tanto o mas que la enterior.... sigo leyendote... Clara

Claire Stanford dijo...

Gracias por la dedicacion a mi niña, mi milagro como vos lo llamas y creo que on hay otra forma de hacerlo... todo un honor...

Aguabella dijo...

ANA, ya me tienes aqui, pasé esta mañana temprano y aún no pusiste el capítulo, te acabo de ver en mi blog y rapidamente he venido, tienes un don para trasladar a tus lectores allí donde tú quieres,
salgo de mi magia para envolverme en la tuya.
besitos

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Bueno, bueno, todo se va enredando.
Esperaremos.
Besitos y si quieres ver más poemas desperdigados pincha: http://misrelatosyotrascosas.blogspot.com/2007/11/recogiendo-poemas.html

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

La dedicatoria me mató...

Saludos!

el_iluso_careta dijo...

no sabés como me emocionó la dedicatoria...
pipo está mucho mejor hoy lo vio el cirujano y dice que está bárbaro...
hasta arriesga que tal vez no necesite cirugía plástica...
bueno...realmente me costó mucho concentrarme en la lectura...por la emoción...
gracias de todo corazón...

Resiliente dijo...

gracias por tu dedicacion a Olivia, sos un amor y encima escribis como los dioses. como siempre super interesante el capitulo.b esos.

Pájaro Verde dijo...

Me estuve fijando que en esta nueva historia tienes unas ilustraciones muy bellas.. son tuyas también???

Adelante con todo!
=D

Lola dijo...

Estoy a mil, pero asi y todo paso y leo..estoy un poco atrasada pero te sigo, lento pero firme.

Saludos!!!!

Aguabella dijo...

ANA, tienes en mi blog un premio precioso por tu creatividad y un monton de cositas que tú te mereces,espero que te guste y puedas recogerlo.
un besito

Cecy dijo...

me dio cosita eso de los presentimientos, será que nunca me falla, y cuando es malo, siento como que el pecho se contrayera.

besos

Anónimo dijo...

Los malos presentimientos... huy... escalofriante!como esa brisa fuerte que entró, e hizo remolinos en la habitación...
Fascinante! buenísimo!