jueves, 6 de marzo de 2008

Siete

Victoria regresó temprano esa tarde a su casa, se sentía enferma. El abrazo de Ada le había trasmitido una sensación que creía olvidada. No pudo terminar de escribir la nota, ni explicarle a su jefa porque no había ido con la chica a la policía y presenciado el encuentro con sus padres, y tampoco expresarle a Octavio su razón para querer dormir sola esa noche.
Sus energías parecían haberse quedado, ese mediodía, bajo los túneles de la ciudad, su corazón estaba enterrado en otra tierra, Octavio había podido rescatar algo de él, pero ese día se sentía más seca que nunca. Dejó sus cosas en el living, caminó hacia su cuarto, se recostó en la cama sin sacarse la ropa, se cubrió los pies con la colcha y se puso en sus ojos un antifaz porque todavía no había anochecido y aún entraba claridad por su ventana.


Cuando la jefa de redacción de La República, Miriam Salinas, se enteró que Ámbar había estado en el subte que casi colisiona con Ada Viñas, la disculpó por haber llegado tarde a la entrevista y luego de algunas preguntas le comunicó que sería parte del plantel y que tendría a su cargo la sección de la revista dominical de artículos esotéricos. No pudo disfrutar de ese momento de alegría, en su mente tenía la carita de la niña ciega, la imagen de su manito en alto cuando se despidieron en el andén, y su nombre golpeándola como un gong: Luz…, Luz…, Luz...
Había sentido durante la jornada vibraciones opuestas. Pudo hallar alegría en los ojos apagados de la niña, y negrura en la vivaz mirada de su nueva jefa, quien le había encomendado que acompañara, al día siguiente, a una de sus periodistas a entrevistar a la chica encontrada, estaba interesada en saber qué impresión le causaba.
Cuando llegó a su hogar se quito la ropa y se dio una ducha rápida. Se vistió sólo con una túnica blanca y fue hacia la habitación especial de su casa.
Puso un cono de incienso de bergamota en el incensario, necesitaba que su esencia la ayudara a abrir las puertas de sus sentidos, tenía que salirse de sí misma. Por eso, además de las velas de altar, ungió y encendió velas naranjas, porque son las velas de la reflexión, para poder pensar mejor sobre todo lo ocurrido.
Ámbar creía que había pasado uno de esos días que marcan un antes y un después en la vida. Se inclino sobre el altar y entró en meditación.


-Ada prefirió acostarse, no quiso comer nada. ¡No puedo creer que esté devuelta en casa! ¿Pero dónde estuvo? ¿Qué fue lo que le pasó?, la veo tan distinta…, a penas me dio un tibio abrazo - le dijo la señora Viñas a su esposo.
-Sabíamos que si un día aparecía esto podía pasar. No íbamos a encontrarnos con nuestra pequeña, esta chica es una extraña para nosotros, y nosotros lo somos para ella. Tenemos que darle tiempo.
Ada espero oír los pasos de su madre bajando las escaleras para salir de la cama y encender la luz. Su cuarto estaba igual a como lo recordaba. Sus muñecas, sus ponis, y sus peluches conservan el lugar que ella les había dado en sus estantes. Tomo un banco y abrió el placar. Se dio cuenta que ya había crecido lo suficiente y no necesita subirse a algo para alcanzar el estante superior. Estiro su mano y bajo una caja de papel de flores vivos. La abrió, sacó un anotador con dibujos, y pensó que si sus padres los hubieran mirado quizás hubieran comprendido donde estaba. Tomo una foto de los tres juntos, regreso la caja a su lugar y caminó hacia la ventana. Abrió la persiana y miro la luna creciente, apretó la foto a su pecho y mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas, iba dejando su forma humana.

25 comentarios:

Aguabella dijo...

ANA, yo también me pongo incienso y velitas como en tu historia, se hace facil leer y al mismo tiempo visualizar lo que quieres describir, es fantastico la facilidad que tienes para transmitir.
un beso Ana.

Anónimo dijo...

las imagenes finales de la foto en el pecho y las lagrimas no tienen precio, maravilla.
exitos

Libélula dijo...

Hola Ana,

Estuve de vacaciones, un descanso... por ello no estuve escribiendo. Ya he vuelto e imprimí los nuevos capítulos para leerlos a la vuelta del trabajo.

Te mando besos enormes y felicitaciones por el casamiento!!

Anónimo dijo...

Hola bichito!!!
Sigo leyendote, y sigo entusiasmadísimo con la historia.
Besos.
alfred
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Cecy dijo...

Hola Ana, me quede llena de ternura, te dejo un besito de duendecito.

Celes dijo...

Me muero de ternura

=(

Saludos!

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Sigo tus pasos en este relato que inquieta el pensamiento por saber el final.
Gracias por tu visita y por tus deferncias.

Besos para tu alma.

microcuentos dijo...

"...creía que había pasado uno de esos días que marcan un antes y un después en la vida"... esos son los días que valen la pena.

saludos

Microcuentos

Mª Jesús Lamora dijo...

Bellísimo tu relato.
Un abrazo fuerte.

Ana Ortiz dijo...

Alfredo, te amo y me encanta que estes siguiendo esta historia, tiene mucho de mí.

Ana Ortiz dijo...

Cecydececy, duendera querida, gracias por estar presente.

Microcuentos y maria jesus, gracias por dejar su huella por aquí.

Ana Ortiz dijo...

Aguabella, gracias por tus palabras, me doy cuenta que sos una persona muy mágica.

Espejo, maravillosas son tus palabras.

Libélula, bienvenida de las vacaciones y te sigo esperando por aquí.

rosmayd dijo...

tu narracion es muy atrapante.
Donde se encuenta tu musa?

saludos ro

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Hermoso y lleno de ternura. Espero el resto.

Besos

Anónimo dijo...

Ana, me gusto mucho tu historia y tu forma de escribir.. me enamore de tu pluma ..besos

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Felíz día de lamujer. Hoy, mañana y siempre.

Besos para tu alma.

Pandora & Zeuz dijo...

Anita....que podemos decir de tu escritura...que la seguiremos leyendo!!!
Saludos....y feliz dia!!!!
PyZ

el_iluso_careta dijo...

SIEMPRE ATRAPANTE...MUY BUEWNO CHE...

Aguabella dijo...

ANA, aunque no es Lunes ni Jueves, yo entro para estar un ratito en tu casa.
un besito.

Anónimo dijo...

Maravilloso capítulo! Has vuelto con muchísimas energías!

Te dije que las ilustraciones son muy tiernas?

Un besote para Vos, Ana querida!

Mel dijo...

Victoria saldra victoriosa? jajajaja

Anita, pasaba a saludarte, aunque tarde espero hayas tenido buen dia de la mujer...

Oye, cambie de trabajo por eso ando tan perdida....

Besos grandes...

Mel.-

Mil veces debo dijo...

... hasta siento el olor del incienso cuando leo tus relatos...
Mil cariños

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Niña, que intrigada estoy. Ahora tengo que preparar la cena, pero vuelvo enseguida a seguir leyendo.
Besos

anais dijo...

Hola!!

Paso para agradecerte lo que decís de la foto que está publicada en el Blog de Espejo, ya que soy la autora de esa imagen (y, también, un poco la protagonista de las palabras que la acompañan, ya que cada tanto, camino con él por Constitución y mantenmos ese tipo de diálogos)

Gracias!!

P.

Anónimo dijo...

Letras maravillosas... sigo con tu historia... me estoy actualizando!
Besitos niña!