martes, 2 de octubre de 2007

PLANES CRUZADOS CAPITULO 13

Ay, Paula, me asustaste… pensé que dormías.
- ¿Con quién hablabas, Brenda?
- Con nadie.
- Te oí discutir.
- Con mi mamá, no quería decirte para no preocuparte. Lo de siempre, necesitaba dinero… seguro para jugárselo.

Brenda notó una mirada distinta en Paula, algo distante y fría, se preguntó si le habría creído su excusa, si había oído toda su conversación, cuánto hacia que estaba ahí parada.
-Vuelve a dormir, te va a hacer bien.
- Quisiera estar sola.
- Si, está bien, yo me quedo en la habitación de huéspedes de la planta baja.
- No me entendiste Brenda, quiero quedarme sola en la casa. No te ofendas, pero prefiero que te vayas.
- Pero, Paula, no sé si dejarte…
Brenda se acercó para abrazarla, pero Paula la detuvo.
-No Brenda. Vamos, te acompaño a la puerta.
- No es necesario.
Paula no le hizo caso, bajó las escaleras, le abrió la puerta. Brenda tomó su cartera y abrigo del perchero y un juego de llaves de arriba de la mesa de entrada donde solían ubicar el correo.
-Me llevo éstas para poder regresar rápido si lo necesitas.
- Voy a estar bien- le dijo Paula tomándole la mano con las llaves para sacárselas. – confía en mí, te prometo que mañana temprano te llamo. Sólo quiero dormir tranquila y pensar un poco en todo lo que pasé hoy.
Le dio un beso en la mejilla y antes que su amiga pudiera decir algo más, alzo su mano para hacerles señas a un taxi que pasaba por su calle.
-Nos vemos mañana.
Brenda no tuvo más remedio que ir hacia el taxi y subirse a él. Antes de que pudiera acomodarse en él, Paula ya había cerrado la puerta. Le indicó al chofer que diera vuelta a la derecha en la esquina y a pocos metros le indicó que parara.
Pago apresuradamente con un billete más grande de la tarifa y sin esperar el vuelto, se bajo y corrió hacia una casa que tenía un cartel de venta en una de sus paredes, y que parecía en construcción. Sin encender las luces, subió corriendo las escaleras y entró en uno de sus cuartos.
Abrió la ventana y miro aliviada hacia fuera. Desde allí podía ver todo el jardín trasero de la casa de Paula y el cuarto de ella.

7 comentarios:

Ana Ortiz dijo...

perdon por publicar recién hoy la continuación de la historia, pero ayer andaba mal blogger y no podia entrar.
gracias a todos por pasar.

Dani dijo...

Que se trae entre manos paula? que es lo que brenda sospecha?... que esta pasando???? DIOS!!!
Ana, Buenisimo!!

Dani dijo...

Con respecto a las perdidas...
a ver si coincidis en esto:

La pérdida nos habla de conceder mucho más de lo que estoy dispuesto a dar. Quizás en el fondo yo nunca quiero desprenderme totalmente de nada, y la vivencia de lo perdido es tema del "ya no más". Un "ya no más" impuesto, que no depende de mi decisión ni de mi capacidad. Así que este dolor del duelo es entonces la renuncia forzada a algo que hubiera preferido seguir teniendo.

¿Que decis?
Nunca es tarde para escribir, mira de lo que sos capaz...

Princesa dijo...

Jaaa....es increible esto.

Ay ay ay, lo de Brenda es un giro increible.

Esta buenisimo como siempre Ana!!!!

En serio,es muy lindo lo que escribis, relatas bien!!!

DAle para adelante y anda registrando los derechos que con el Emperador somos los primeros en comprar tu libro!!!


Un abrazo enorme!

Ro dijo...

Pasé a ver como iba todo por acá y veo q de maravillas...
amiga sabes q soy tu fan número 1 y me alegra haberte impulsado a escribir
lo haces de maravillas........super interesante la historia
saludos Ro

Mags dijo...

no no no no! queremos saber que paso con paula!!!!!

Saludos!!!

kramer dijo...

Buen ritmo, mejor "tempo" y "pausas" imperiales. Sin olvidar la melodía que inquieta a la par que transporta.
Llego tarde, en el 2015, ya, pero esta narración es inspiradora y pienso que puede servir de "molde" a futur@s escritor@s.
Se nota un "mimo" y un gran afecto a la hora de juntar frases. Seguiré leyendo y puesto que no sé si ya han publicado el libro, le deseo la mejor de las fortunas. De todos modos, creo que "pega" más en blog, su manera de relatar esta historia.
No sin embargo, enhorabuena por hacer el arte de la escritura en mayúsculas. Un saludo.