jueves, 8 de noviembre de 2007

PLANES CRUZADOS CAPITULO 27

Roberto Vallejos aprovechaba la sociedad con Jorge Ramírez para pasar más tiempo con Brenda. Ya casi no diseñaba, y en las reuniones con posibles clientes presentaba los proyectos ideados por Jorge, quien trabajaba cada día más duro.
Jorge era un gran seductor, incluso con los hombres, él arreglaba todos los pormenores con los clientes, no dejaba librado nada al azar, y se encargaba de la supervisión en persona de las obras. Roberto era el que cerraba los tratos en cuanto a la paga.
Ramírez fue aprendiendo la forma de trabajar de Vallejos, sus aliados políticos, los arreglos para ganar las licitaciones de la ciudad mediante sobornos y la admiración que sentía por él se fue disolviendo. Roberto notó un enfriamiento en la amistad que le profesaba Jorge, entonces comenzó a hacerle participe de ciertos privilegios, de obsequios de los clientes, de los viajes de regalo y de las reuniones familiares.
Jorge estaba desganado, el trabajo que Jorge le ofrecía lo tomó pensando que así podría estar más cerca de Paula, pero ella no vivía con sus padres y no pasaba por el estudio. Los proyectos, los viajes, las reuniones de trabajo lo mantenían ocupado todo el día, no tenía tiempo ni para citas. A veces, cuando la soledad le apretaba demasiado el corazón y necesitaba descargar su sexo, iba a un bar a buscar siempre a una misma mujer que vendía su tiempo de cariño. Jorge no sólo disfrutaba de su cuerpo, sino de su compañía, de sus consejos y charlas. Paulina era su confidente, conocía todo sobre él, incluso sobre Roberto y su familia.
Un mañana, Roberto llegó con la noticia de que iban a hacerle una fiesta de cumpleaños a Paula en un restaurante y que ella le había pedido expresamente que lo invitara. Ese día Jorge no pudo dejar de pensar en sus ojos, esa energía especial que pensaba que había entre ellos no era un sueño, era cierto. Esa misma tarde salió a caminar por una zona de boutiques muy exquisita de la ciudad y buscó el mejor vestido. Cuando vio uno de color rojo no dudo que era el mejor para combinar con sus ojos negros y su cabello azabache.

Paula, la noche de su cumpleaños se sorprendió con el regalo de Jorge. Pasaron toda la noche juntos, bailando, brindando. Roberto se mostró ansioso y sumamente cariñoso con su esposa.
Jorge aprovechó que su padre anunció un viaje junto a su esposa Laura y la explosión de alegría que provoco entre los invitados, para salir a la calle con Paula, para robarle el beso más apasionado y la promesa de una cena intima en su departamento.

1 comentario:

el_iluso_careta dijo...

leo leo y me engancho...
saca la verificacion de palabraaaaaaaaaaaaaaaaaa