lunes, 10 de diciembre de 2007

PLANES CRUZADOS CAPITULO 40

- Mariano, no seas idiota. Cómo vas a soltarte, es peligroso.
- Ya estoy harto de todo esto, no aguanto más Pedro.
- Sólo faltan unas pocas horas, ella se está jugando por vos, no arruines todo.
- ¿Todo está bien afuera?, tengo el presentimiento de que algo está pasando.
- Roberto sufrió un robo y está en el hospital, eso retrasó las cosas, pero todo va a estar bien. Pedí de entrar porque me imaginé que el cambio de lugar te habrá sobresaltado, y porque ella está preocupada. Ya me tengo que ir para que no haya sospechas.
- Esta bien. Si algo sale mal, ya sabes quien tiene que salir limpio de todo ésto.
Pedro ayudó a Marino a volver a ponerse las esposas, le guardo la llave en el pantalón y salió del lugar, apagó unas luces que dejaban ver más el lugar, entonces Mariano se quedó entre las penumbras deseando que el tiempo corriera más rápido para que llegara el momento de la liberación

En el hospital, la enfermera, siguiendo las instrucciones del médico de Roberto, había estado toda la mañana tratando de hallar a Laura, pero ésta tenía su celular apagado. Llamó a su casa y nadie respondió. Finalmente, le dejó un mensaje a una empleada del museo donde trabajaba para que se lo de si llagaba a pasar por allí.
Roberto estaba aún soñoliento por el calmante. Intentó incorporarse un poco en la cama, pero se sentía mareado, esperaba que entrara por la puerta algún rostro conocido.
La puerta se abrió y el que entró fue el doctor junto a la enfermera que entró a tomarle la fiebre.
- Señor Vallejos, cómo se siente- le tomó el pulso, oyó su corazón, le miró los ojos- creo que ya está mucho mejor.
- ¿Y mi esposa o mi hija?
- Señor- le dijo la enfermera- yo llamé a su esposa, pero tenía el celular apagado, le dejé un mensaje en su trabajo, seguro vendrá pronto.
Se quedaron todos en silencio, mientras la enfermera le sacaba el termómetro, se lo daba al doctor quién anotaba en una planilla. Después está le acomodó la almohada y le preguntó si necesitaban algo más. Ambos negaron con la cabeza, entonces la enfermera tomó sus cosas y salió.
- Gonzáles, necesito salir de acá cuanto antes.
- Roberto, sabes bien que ni mi padre ni yo te preguntamos nunca nada, ni te negamos algún favor, pero vos cada vez me pedís cosas más arriesgadas. Los calmantes que te di junto con los sedantes fueron de una dosis mayor de la recomendada, y no se van a salir de tu sangre rápidamente, necesitas quedarte un tiempo más así.
- Me siento débil y mareado, pero la herida no me duele, quisiera estar fuera para la noche.
- Es normal que te sientas así, la herida es superficial, te la vendé y di puntos para exagerar el parte y poder retenerte internado. Ayer me diste un susto con la reacción de tu corazón, por suerte no llego a ser un paro.Y lo de tu alta, lo intentaré. En la radio la enfermera oyó que dieron la noticia de tu ataque. No dijeron donde estabas internado, por suerte. Además hay una detective que quiere tomarte declaración.
- Lo de los medios puede servirnos, podes decirle a la detective que me mandaste a mi casa para que no me molestara los periodistas.
- Pero necesitamos que venga Laura, no te podes ir solo.
- Es raro que no éste acá.
- Ella quería trasladarte a un sanatorio, por suerte desistió y creo que a ella también la llevaron a la policía a llenar unos papeles. La última vez que la vi fue ayer a la noche,estaba hablando con tu socio y una detective la buscaba porque tenía novedades de tu caso.
- Así que vino Jorge… y pasó alguien más.
- Paula estuvo ayer y después no sabría decirte, creo que no.
- Esta bien, Paula debe de estar ahora ocupada, prepara todo para que salga esta noche, si no llega Laura, te voy a pedir que llames a alguien más.
Gonzáles salió y Roberto se quedó dibujando en su cabeza la trama de un plan que estaba por llegar a su final.

4 comentarios:

Ana Ortiz dijo...

Gracias Animakata por sumarte al blog y a Belu x la corrección.
Qué sigan disfrutando de esta historia.

Anónimo dijo...

mortal lo de mariano!!! me saco el sombrero!!!

AnimaKata dijo...

Buenísima la novela, tiene un ritmo increible y te hace estar espectante hasta el último punto. Seguiré leyendo...
Besos enormes!

N. Feranna dijo...

Ana... volvió a ganar el cigarrillo... circunstancias de la vida sobre las que ya hablare en el blog.

Pero bueno, gracias por seguir presente, voy a tratar de seru n poco más regular escribiendo.

Beso!