sábado, 17 de noviembre de 2007

PLANES CRUZADOS CAPITULO 31

Ramírez se dirigió con los documentos que le dio Brenda a su casa. Cuando llegó los dejó sobre la mesa del living y antes de empezar a leerlos se sirvió un whisky.
Estaba separando las hojas, cuando descubrió que entre ellas había traspapelada una foto de Paula. La tomo con ambas manos y se echo en el sofá. Se quedó con la mirada perdida en ella, la recorrió con los ojos y la acarició con sus dedos. Su mente regresó en el tiempo.
Recordó una conversación que tuvo con Roberto.
- Robert, necesito hablarte
- Si. ¿pasó algo?
- Es sobre Paula. Tengo que ser sincero con vos porque te respeto mucho.
- ¿Qué pasa con Paula?
- Estoy enamorado de ella, y sé que ella también de mí, me lo demostró el otro día en su cumpleaños. Yo quiero iniciar una relación seria con ella y quisiera tu apoyo.
-¿Es broma?…
-No. Nunca hable más enserio.
- Mira Jorge, yo te conozco bien y sé que sos muy mujeriego. No quiero ver a mi hija llorando por tu culpa .ni quiero que la tomes como un capricho más.
- Yo jamás le haría daño a tu hija. Lo que siento es verdadero, nunca antes me había pasado algo así por alguien. Pensa que es igual a lo que vos sentís por Laura.
- Nada es igual a lo que yo siento por mi mujer.
- Confía en mi… soy tu socio.
- No nos estamos comprendiendo. Jorge, te elegí como socio porque creo que sos un excelente arquitecto, y te he presentado a mi familia porque te he llegado apreciar en este tiempo, pero de ahí a que vayas a formar parte de ella o que te entregue a mi hija es otra cosa. Vos nunca vas a estar a la altura de ella.
- Eso podrías dejar que lo juzgue ella…
Roberto tomó a Jorge del cuello de la camisa y lo empujo contra la pared.
- Seguís sin entender. No te quiero cerca de mi hija. No te atrevas a salir con ella., o esto se termina acá.
Lo soltó, y Jorge tratando de acomodarse la ropa le dijo:
- No pensé que ibas a reaccionar así, pero si ser socio tuyo es un impedimento para estar con ella, esta sociedad se termina acá mismo.
-Vos no me podes dejar, tenemos muchos negocios en marcha que hay que terminar.
- No me importan, terminalos vos… ¿o es que no podes?… Claro, si últimamente estuviste trabajando con mis diseños, y sé que algunos los firmaste como tuyos, pero yo no he hecho, ni dicho nada al respecto para no perjudicarte. y tampoco he dicho algo sobre tu forma sucia de conseguir los contratos para obras públicas.
-Las obras las estás dirigiendo vos en persona y tu firma esta en muchos documentos, si hablas vos vas a quedar más pegado que yo.
- No me importa, me voy.
Roberto fuera de si le gritó
- Si te vas, no vas a volver a trabajar nunca más en esta ciudad. Te lo juro.
- ¡Hijo de puta!- mascullo Ramírez mientras se volvía servir otro trago.
Jugaba con el va so y el hielo y recordaba los día en esa casa tratando de convencer a sus clientes de seguir con él. Nadie le creía que los dibujos de sus casas, edificios o torres eran de él y no de Roberto, él había hecho bien su trabajo y los había convencido de lo contrario.
Una noche, cuando todo parecía perdido llamó a su puerta Paula. Llevaba puesto el vestido rojo que él le había obsequiado para su cumpleaños.
Estaba hermosa, con una luz radiante en sus ojos. Allí, en ese mismo sofá le había robado los más bellos besos y ella, tímida primero y descontrolada después le había dicho que lo amaba y se había entregado por completo a él.
Después, en un segundo todo cambio, ella se descompuso, no quiso volver a verlo más y su amiga se había cerciorado de que así fuera. Tuvo que rogarle a Roberto que lo dejara seguir con la sociedad, no podía irse de la ciudad, ni seguir allí sin trabajar de su profesión, era su vida. Roberto lo aceptó y siguió usándolo para los negocios turbios y sus diseños como propios para seguir conquistando clientes, y Jorge aprendió de Vallejos la frialdad y la forma de mostrarse como cordero siendo un lobo.
Juro que se vengaría… Y ahí estaba, frente a él la carta de triunfo que lo haría vencedor, que le permitirá liberarse de la opresión de Roberto.
Jorge sabia que con esa revelación perdería prestigio, pero prefería perderlo todo si podía verlo caer a Roberto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

nooooo anaa!!!
no me podés dejar sin lunes y menos cuando hay que esperar hasta el juevess!!!

=(